domingo, 24 de enero de 2016

LAS SILLAS VACÍAS DE RESTAURANT

Manifiesto que no ha sido mi idea original, pero se me ocurrió adaptarlo hacia el evento recién ocurrido entre mis compañeros con motivo del desayuno decembrino 2015.


LAS SILLAS VACIAS

Porque no hacer una reunión en diciembre? ¡dijo el decano del grupo!…
De los presentes la mayoría asintió.

El mismo día en que se acordó también empezaron las disculpas.

Todas bienvenidas, de los que asintieron quedamos que seríamos pocos pero aun así se corrieron las invitaciones…

Empiezan los preparativos….

Cuál será el menú del desayuno?  y como irá a ser el  lugar donde nos reuniremos?

Y aparece la pregunta inevitable: Cuántos llegamos a este año? Y en la respuesta aparecen implícitamente: 

"Las Sillas Vacías" de las personas que no están… !!
Los que están lejos y que la vida llevó por otro camino, el que eligió no estar porque se enemistó con alguien de los compañeros  y el que Dios se llevó a su lado o el que se reportó enfermo… Nos apuntamos 39, llegamos 28,

Y aparece la tristeza y las sillas vacías como que duele verlas solas…!!! Y te dices.- ahí debería estar aquél que es muy amigo de éste.

Entonces es cuando más se necesita y añora ese abrazo prolongado del amigo, de aquel compañero que cobija, que protege, y… que lamentablemente esta vez no llegó.… 

Entonces nos damos cuenta que extrañamos muchísimo esa sonrisa, esas conversaciones amenas, esa complicidad que teníamos, esa charla sarcástica y  picaresca casi tirándole a bulling, esa chispa, esa mano dispuesta a ayudar  siempre, esa compañía, su presencia, su apapacho… 

Los ojos se humedecen, una gran nostalgia invade  y duele mucho, muchísimo,,, pero esa es la realidad y hay que aceptarla,,,, suspirar profundo y cerrar los ojos como queriendo que ese  aire llegue hasta esa persona que nos falta, que no llegó,  al  abrir  los ojos y girar la cabeza y lo que se ve son  las "Sillas Ocupadas": son las personas que nos aceptamos una a otra y que nos amamos... Las que están  conmigo!, contigo, con nosotros,  las que consecuentan, ¡Y entonces… aparece la sonrisa !

Así es la vida: con pérdidas y ganancias… llena de regalos y de nostalgias! 

Hablo ahora a título personal…
                                             
 Intenté brindar el 22 de Diciembre en aquel desayuno programado con el grupo F, con lágrimas contenidas por esas "Sillas Vacías" y sonriendo desde el alma  por las "Sillas Ocupadas".

Alegre, sí alegre, a pesar de la tristeza, porque estar alegre no necesariamente es estar feliz.

La alegría es una emoción pasajera que termina cuando el buen momento finaliza. 
La felicidad es otra cosa, es un estado del alma. Ser feliz, es estar en paz plena,  sabiendo que estoy recorriendo el camino correcto, saberme amado por Dios que me acompaña cada día de la vida, el que coincide con el sentido de mi vida, el de mis temores y mi coraje, mis virtudes y mis defectos, mi camino, el que yo elegí, un camino en el que hice todo lo que pude y más… 

Brindé por los que no estuvieron y brindé incondicionalmente con los que sí estuvieron,  por los que amé y por los que amo y decido que  con lo que tengo procuraré ser feliz. 

Posiblemente tú también hayas tenido "Sillas Vacías" en tu mesa este año al igual que yo, pero a pesar de los ausentes y con la dicha de los presentes, llenos de la bendición de Dios  y la gratitud por las personas con que se ha rodeado nuestra  vida, te deseo una Feliz Reunión verdaderamente familiar, donde tengas  a  toda tu familia, que sus anhelos se hagan realidad y que llegue a tí lo que tanto anhela tu corazón. 

Disfruta de lo que tienes hoy porque no todos tienen esa dicha.

Un gran abrazo, bendiciones para tu vida...  Dios te bendiga  hoy  y siempre. 
 

Diciembre del 2015                                                                      Fernando Acevedo Rendón.                                                                     Grupo F, ENEF México,                                                                         Generación 67 -69

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